lunes, 13 de agosto de 2012

IMPRESIONES PERSONALES SOBRE LA VIVENCIA DE TRABAJAR CON UN VIDEOJUEGO EN CLASE DE PENSAMIENTO SISTÉMICO

Antes de empezar el curso de Pensamiento Sistémico, tenía una postura totalmente distinta acerca de los videojuegos y su utilidad potencial. Por mi parte, aunque sí eran aceptados, los consideraba como una perdedera de tiempo, un hobbie superficial y vacío que no dejaba ningún tipo de lección (y menos a nivel profesional), algo que sólo haría un domingo por la tarde, y eso si no tenía nada mejor que hacer. Considero que esa postura inicial se debía al poco/nulo conocimiento que tenía sobre los videojuegos de estrategia y, una vez recibida la clase introductoria del profesor Andrés Calderón, empezó a inquietarme la idea acerca del tipo de contribuciones que podrían tener este tipo de juegos al desarrollo profesional. Ahora, después de haber recibido 2 clases de juego serio y una que otra monitoria, he empezado a comprender el significado de usar un videojuego de este tipo (Rise of Nations) en una materia formal dentro del curriculum de mi carrera. Lo he empezado a apreciar como una amena e innovadora manera de llevar la teoría a la práctica.


¿Qué objetivos me plantearía alcanzar a través del uso del videojuego como complemento del contenido teórico relacionado con el Pensamiento Sistémico? En primer lugar, quisiera aprender a identificar los componentes básicos de una gestión de recursos eficiente. Me llama mucho la atención poder empezar a reconocer factores claves que me muevan a tomar ciertas decisiones sobre qué recurso en particular debo priorizar, por qué y cuáles serían las consecuencias de tomar la decisión equivocada.

Por otro lado, me gustaría poder expandir el horizonte mental sobre el que opera hasta ahora mi actuación en el videojuego, de manera que dejara de percibir el juego como una suma de partes aisladas, sino como un todo, ya que lo que he aprendido en este poco tiempo me dice que el todo supera esa suma de las partes, y la mejor manera de acercarse a la solución de un problema está en concebir los diferentes entornos de actuación como grandes sistemas. Y es que un videojuego también es un sistema, ya que éste es un mundo que tiene las mismas características que el nuestro, cuyas necesidades de toda índole van determinando la evolución de su civilización, cosa que, además de requerir recursos tanto tangibles como intangibles, debe considerar que las actuaciones ante determinado suceso tendrán repercusiones –negativas o positivas- en otros campos, tal como sucede en cualquier sistema de la vida real.


Creo que la mejor manera de contribuir a la consecución del primer objetivo es jugando, no sólo en clase, sino aprovechando al máximo los conocimientos que me pueda compartir el profesor Calderón en los espacios disponibles de monitorias. Al jugar de manera constante y continuada, podré empezar a reconocer e identificar esos diversos factores claves que implícitamente me sugerirán qué recursos debo optimizar con prioridad dados los objetivos del juego planteados.

Por otro lado, para alcanzar mi segundo objetivo propuesto, aparte de la práctica obtenida a través de un juego constante y continuo, pienso empezar a aplicar los conceptos aprendidos en clase de Pensamiento Sistémico . Aunque en un principio es probable que me demore más y me confunda mientras logro entrelazar los conceptos de clase -explicados por el profesor Andrés López-, con los componentes del juego, creo que a la larga será un proceso que iré automatizando y el desempeño en cada partida será cada vez mejor.

En cuanto al comportamiento de mi grupo de clase frente al uso del videojuego, lo describiría como muy motivador y lleno de energía. La gente grita, pregunta, se emociona, discute, etc., cosa que me hace intuir que en realidad lo están disfrutando y aprovechando. Por lo menos en mi caso particular, así es.




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